La nueva democracia se construye en las ciudades

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Las hay de más de 1 millón de habitantes, o más pequeñas de 5 mil. Más o menos transitadas, más o menos pobladas, más o menos edificadas. Las ciudades son el espacio donde habitamos, de productividad económica, de creación de cultura, de aprendizaje. Son las ciudades los espacios de cambio y la puerta de entrada a la Democracia del Siglo XXI: participativa, colaborativa, inclusiva, tecnológica y feminista.

“Ciudades Democráticas”, el festival de tecnologías de la participación, se congregó el pasado 17 y 18 de noviembre, en el Teatro Español de Madrid. Fueron 2 días de conferencias internacionales, con expertos y ciudadanos reunidos para reflexionar y pensar nuevos procesos participativos sumados a las herramientas digitales que están transformando las ciudades.

Las responsables de dar la bienvenida a las jornadas del sábado fueron las alcaldesas de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau. Testimonios de que el diálogo es posible y necesario frente a los tiempos que vivimos. Ambas reconocieron y coinciden en que “la revolución democrática del siglo XXI será en las ciudades o no será”. “El siglo XXI es el siglo de las mujeres. Con ciudades más humanas y amables”, anticipó Ada Colau. E insistió: “la democracia real solo puede ser de abajo hacia arriba”.

En la misma sintonía Manuela Carmena dijo estar trabajando por “una democracia más profunda y más real”. Y que esta “es posible en las ciudades”. El pasado de Jueza y Magistrada de la alcaldesa de Madrid se manifestó proponiendo un aporte clave para la participación ciudadana, que es la legislación colaborativa: “la participación va a reformar las estructuras de las instituciones y muy especialmente va a transformar el mundo del Derecho, con el Crowdlaw”.

Las ciudades son la oportunidad de la innovación y la experimentación. Y aquí entran en juego las tecnologías. Son las herramientas claves y parte intrínseca de la democracia de este siglo, y el empoderamiento ciudadano se da a través y con las nuevas tecnologías. Como ejemplo de esto, durante la Conferencia Internacional se compartieron experiencias propias con casos concretos de los gobiernos locales de ciudades como Belo Horizonte (Brasil), Montevideo (Uruguay), Taiwán, Hong Kong, Córdoba (Argentina), Jalisco (México), Túnez.

De Brasil a Hong Kong

Aurea Carolina, Concejala de Belo Horizonte, contando su experiencia y gestión, demostró que es posible hacer política colaborativa, abierta, popular y participativa, que se traduce en un mandato feminista y antiracista. “Que las personas efectivamente sean las agentes del cambio y puedan decidir e involucrarse como responsables de los procesos”, indicó la Concejala.

Mientras que, del otro lado del mapa, Benny Ng relató la grave situación que viven en HongKong luego del Umbrella Movement, y planteó la necesidad de profundizar el cambio democrático que es a través de las nuevas tecnologías. En este contexto, fundan el partido político “Demosisto”. En su manifiesto indican: “Confiamos en que la comunidad se dé cuenta del bien común y construya una ciudad de multiplicidad, igualdad y justicia.”

Desde Túnez, Lilia Weslaty se refirió al logro obtenido luego de la revuelta árabe, la Revolución de la Libertad y de la Dignidad que desembocó en la redacción de una nueva Constitución “Mucha gente pedía por esta nueva Constitución. Necesitaban ser parte de ésta”, dijo Lilia. Y también relató cómo ha sido la transición de un sistema político monopartidista al multipartidismo.

Por su parte, Shu-Yang Lin, co-fundadora de PDIS, Taiwán, recordó la importancia de trabajar con tecnologías libres y código abierto, ya que “cada decisión que se tome (desde un gobierno) debe ser lo más transparente posible”.A estas se les suman las múltiples experiencias de gobiernos latinoamericanos que compartieron la importancia de los procesos de participación ciudadana, a través de plataformas digitales, consultas ciudadanas, presupuestos participativos y portales de transparencia y gobierno abierto.

La Conferencia Internacional de Ciudades Democráticas reunió a especialistas de diferentes partes del mundo para reflexionar sobre estas cuestiones. Birgitta Jónsdóttir, poetisa islandesa y presidenta del International Modern Media Institute (INMI), motivó a todos con un poema de apertura: “es el momento para ir al centro de acción. Sóis los impulsores del cambio”. Confió en que como individuos es posible cambiar el mundo y compartió la experiencia de la creación de la constitución colaborativa.  “La gente tiene la posibilidad de tomar decisiones informadas en una democracia abierta y directa”, señaló. En la misma línea, la especialista en inteligencia colectiva, Tanja Aitamurto, enfatizó que “la democracia realmente tiene que ver con la participación y tenemos que estar activos”.

Un nuevo tema que se introdujo en el debate es la Democracia por Sorteo, una práctica que se da en muchas ciudades del mundo, como por ejemplo en Estados Unidos y Canadá. Terry Bouricius, teórico y político en la temática, explicó esta forma de innovación democrática ya que, según dijo, “la mayoría de los ciudadanos votantes no votan o los que lo hacen es a partir de atajos, porque no tienen tiempo”. Entonces, frente a este escenario la pregunta es ¿cómo elegir a ciudadanos de forma aleatoria para que participen?

Una de las principales ideas que circuló por el Teatro Español fue sobre en qué tipo de ciudades queremos vivir y que para alcanzarla hay que hacerla entre todos: gobierno, instituciones y vecinos. El panel de “Vecinos al Poder”, es testigo de ello y cómo los vecinos son los principales actores del cambio y la transformación social. Doménico Di Sienna, de la red Civic Wise introdujo a los verdadero protagonistas del cambio: Kevin, Adriana y Rosa quienes relataron desde cerca las dinámicas en los procesos de participación que se llevan a cabo en los foros locales de Madrid y Experimenta Distrito.  A su vez, en este panel se reflexionó sobre el concepto “participación” y su esencia: “la participación puede tener muchas formas y es más interesante cuando podemos trabajar todos para permitir que esas diferentes formas puedan coexistir y que sean promovidas por distintos ámbitos”, señaló Di Sienna.

Tiempos de cambios

Vivimos en tiempos de cambios. Estamos atravesando momentos necesarios de replantear el sistema democrático que queremos. Los lugares por excelencia para experimentar los procesos de innovación democrática son los laboratorios ciudadanos: los espacios de aprendizajes donde poder colaborar, jugar, compartir y transformar. “Ciudades Democráticas” contó con las experiencias de cinco labs que han marcado tendencia en el mundo: Digidem Lab de Suecia, Signa Lab de México, Lab Hacker CD de Brasil, Metadecidim Lab de Barcelona, y el anfitrión, MediaLab Prado de Madrid.

“¿Cómo profundizar en la participación en la Democracia?” se preguntaba Manuela Carmena durante la apertura de la jornada. Y luego de 2 días de reflexión e intercambio de experiencias en conferencias, debates y paneles en el Teatro Español y MediaLab Prado; la conferencia internacional “Ciudades Democráticas” nos ha confirmado la tendencia de los últimos años: las ciudades son las puertas a las nuevas democracias. ¿Cómo? Innovando en los procesos de participación democrática: democracia directa, por sorteo, laboratorios ciudadanos, plataformas digitales participativas, movimientos sociales, combinando la participación online con la presencial. Compartiendo el saber ciudadano, intercambiando el conocimiento, aplicando la inteligencia colectiva. A través de gobiernos transparentes, abiertos y con los valores de la cultura de la mujer.

La democracia avanza, no hay dudas, y hoy es el sistema de gobierno mayoritario en el mundo. “Tenemos que aprovechar colectivamente estas oportunidades”, indicó Pablo Soto, Delegado del Área de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto del Ayuntamiento de Madrid. “Ciudades Democráticas” fue la apertura a la esperanza. Cada uno de los panelistas, expositores y participantes dejaron entrever la convicción de que trabajar de manera coordinada y colaborativa, generando sinergias entre gobiernos locales y ciudadanos se puede logar un mundo más democrático.

“El núcleo de cambio radica en las ciudades”, dijo Manuela Carmena. “Las ciudades tienen que tener más poder”, fomentó Ada Colau. En Madrid ha sobrevolado por los aires una idea y un espíritu: si queremos una democracia real, la democracia del Siglo XXI, necesitamos de las ciudades, de la participación y de vecinos y vecinas empoderadas.

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ana_doria