La radio es una herramienta colectiva sin un estudio concreto. Ya no hay programas con un número finito de locutores. Cada persona en la calle, en su casa, en su día a día, puede ser un locutor que porta 24/7 un micrófono desde el que opinar y contar lo que ocurre. Cada emisión es una agregación de personas hablando sobre un tema común. Un algoritmo recoge todos los audios que se producen sobre un mismo tema y los monta.