Las calles y las noches también son nuestras

Mi proyecto es más bien una preocupación que es personal pero que es es política. Los lugares de la ciudad tienen género y las calles siguen siendo un espacio masculino, especialmente cuando llega la noche. El miedo es en sí una violencia y limita nuestra libertad y autonomía. Existen materiales muy bien elaborados que abordan los temas de seguridad urbana desde una perspectiva feminista y apuntan a soluciones sencillas