Aproximación de Marina Otero a "El sublime metabólico"

Sublime Metabólico es una invitación a imaginar y practicar un sistema espacial, energético y material diferente. Que existe en continuidad con el entorno. Que está vivo y da vida. Un espacio no cartesiano compartido por todos los seres y no definido por distinciones y categorías, ni impulsado por el trabajo punitivo del "otro". Un futuro que no se forja según referentes únicamente humanos y que abre espacios de creatividad inusitados. Donde la extracción y el consumo de recursos, la deforestación, y el crecimiento sin límites no estarían justificados en aras de servir el beneficio económico del 1%.

El miedo a lo desconocido y las fuerzas de la nostalgia bloquean este futuro compartido y perpetúa paisajes diseñados según modelos funcionales y logísticos que estimulan las ambiciones modernistas y los sueños de dominio del espacio y del tiempo, del territorio y de los recursos. Embelesados por su hipnótica estética abstracta y datificada, olvidamos que esta imagen de lo contemporáneo no es inevitable. Necesitamos otros referentes. Otros modelos.

Sublime Metabólico considera que un mundo en común - postpatriarcal, postantropocéntrico, ecológico, plural - es posible. Reivindica prácticas, éticas y estéticas que provienen de movimientos y estudios feministas, queer, decoloniales, indígenas y negros. Instiga relaciones horizontales, escalares y recíprocas con todas las formas de vida; procesos materiales para mundos postextractivistas; prácticas colaborativas de cuidado y bienestar.

El Sublime Metabólico reconoce la interdependencia fluida entre los cuerpos y el cuerpo del planeta -  formamos parte de algo más allá de nosotros mismos. Todos los cuerpos son cuerpos colectivos, porosos, multiescales y heterogéneos, que exceden lo humano. Que están en un proceso continuo de ruptura y fabricación. Que están definidos por la
forma en que se vinculan con otros cuerpos, lugares, entornos, tecnologías, flujos energéticos y materiales. Que se encuentran en continuo intercambio de fluidos con otros cuerpos. Pensemos en las tuberías que conectan los cuerpos con territorios más amplios y que ayudan a perder de vista lo que ya no queremos reconocer como propio. O mejor, en la respiración, la descomposición, la conexión con la atmósfera y sincronización con el cosmos.

El Sublime Metabólico piensa y performa cuerpos que funcionan como ecosistemas, redes, entornos y, en última instancia, como clima.

Marina Otero