Aprendizajes de la escucha

Texto: Fernando Sabín

Resalto los cuatro aspectos más importantes que he podido sacar de mi paso por Madrid Escucha, un proyecto de hibridación público-social que nos ha permitido experimentar algunos procesos que en un futuro podrían estar perfectamente engarzados en la forma de gobierno de las ciudades.
 
1. La idea: la base de la ilusión de los proyectos. El grado de solidez de las mismas pasa por tener un equilibrio entre su utilidad social, realismo en su implementación y plasticidad en su diseño. En mi caso he podido estar cerca de dos ideas bien diferentes y equilibradas: Tómate un descanso y Centro de recogida de maderas recuperadas. La claridad y sencillez de la primera ha permitido que su desarrollo en los tiempos del proyecto haya estado perfectamente armonizado. Quizás un proyecto prototípico que nos ha permitido ver cómo Madrid Escucha puede generar grandes resultados si se van afinando ciertos problemas propios de las primeras ediciones. En el caso del Centro de recogida de maderas recuperadas la idea aun siendo clara es mucho más compleja, solo desentramar todos los aspectos que conllevaba y el punto en el que estaban los promotores con ella ha supuesto más del 80% del trabajo presencial de las tres semanas.
 
2. El grupo: promotores/as, colaboradores/as, técnicos/as municipales y mentores/as juntos/as para trabajar en poco tiempo y sin conocerse previamente. El primer objetivo es que la idea de unos/as sea la idea de todos/as. La despatrimonialización de las ideas originales es siempre compleja y pasa porque los colaboradores la sientan suya viendo cómo se transforma y mejora. El esfuerzo del proyecto por lograr esto creo que ha tenido éxito y en concreto en los dos proyectos que he podido acompañar se ha logrado de forma diferenciada. En un caso (Tomaté un descanso) el grado de compenetración y complementariedad de un equipo reducido ha diluido rápidamente los roles originales de la idea y ha sido la clave del éxito; y en el segundo (Centro de recogida de maderas recuperadas), al tratarse de un grupo amplio y diverso, con promotores muy definidos, se ha tardado más en reconocer, hacer visibles y útiles las diferentes aportaciones que podían hacer sus miembros complejizando la puesta en marcha y la adquisición de un ritmo armónico de trabajo en equipo. Mantener el interés y la participación en estos casos es uno de los mayores retos a reflexionar de cara a próximas ediciones. Si no hay sentido de utilidad y pertenencia el grupo se desinfla perdiendo el sentido que solo pueden recuperar los promotores haciendo diferencial su rol. Respecto a los mentores quizás nuestro papel se tardó en entender y cuando todo va bien nuestra presencia poco importa salvo para trasladar de forma más cercana el timing y los requerimientos del proyecto. Sin embargo, cuando el grupo no funcionaba faltaba cierta claridad sobre nuestra capacidad de influir en su dinámica.
 
3. El tiempo: tres semanas de trabajo más o menos intensivo en torno a una idea más o menos desarrollada (casi) nunca es suficiente. Más tiempo de acompañamiento y, quizás, menos intensivo, podría ayudar a la maduración de los procesos si se establece más claridad en el plan de trabajo desde el comienzo y se suman de forma más activa y constante los/as técnicos/as municipales.
 
4. La continuidad: la de los proyectos siempre es lo más complicado, si el grupo promotor de la idea inicial ha conseguido crecer y hacerse más fuerte será uno de los mejores resultados que se puedan lograr y un principio de garantía de continuidad. Si esto no se ha dado seguro que el trabajo realizado en las tres semanas ha servido para poner a la idea en posición de dar el siguiente salto. Las actividades complementarias y una buena derivación a otros programas en marcha que puedan acompañar durante un periodo razonable algunos proyectos es un elemento fundamental para garantizar continuidad. La de Madrid Escucha ya la he planteado antes, debería ser integrada en su esencia a diferentes niveles y formatos por la administración local sin renunciar a que existan convocatorias especiales. Mientras tanto esperaremos con ganas la segunda edición mejorada y ampliada.
 
El  final es como el principio, la escucha es un mecanismo altamente eficaz para construir una mejor realidad en la que vivir si se ponen los medios adecuados para ello. Larga vida.