La Despensa. Imaginando nuevas formas de economía colaborativa

La Despensa

La Asociación Cultural Hacenderas, de Retiro, empezó a funcionar en febrero de 2020. La pandemia ha condicionado y configurado por completo nuestro funcionamiento. En mayo, pusimos en marcha una despensa comunitaria que ha llegado a atender a 160 familias y que sigue funcionando gracias a las donaciones de vecinos con productos del supermercado.

 

Nuestro principal recurso ha sido la voluntad, y valoramos profundamente el hecho de poder actuar sobre algo mucho más duradero que la carencia material, los vínculos sociales. Por eso hemos incidido especialmente en diluir el carácter asistencial del proyecto y generar un espacio en el que las relaciones sean lo más igualitarias posibles. Para ello, se ha hecho partícipe a las personas que reciben cesta del funcionamiento del proyecto, desde casi el principio del mismo y también a partir de la despensa, hemos desarrollado diferentes proyectos como un fanzine, actividades artísticas con niños y un grupo de apoyo de mujeres.

 

Queremos replantear nuestra forma de funcionar y aspirar a soluciones mejores y más creativas. Creemos en cuidarnos y en fomentar la cohesión social, por eso nos gustaría tener un sistema de colaboración más flexible que permita aportar a todo el mundo, independientemente de su renta. Nuestro proyecto pretende combinar dos sistemas de economía colaborativa: el banco de tiempo y el grupo de consumo.

 

- El banco de tiempo:

Nos gustaría poder poner en común las necesidades de los vecinos y las soluciones. Para ello, ya hemos recopilado las aptitudes, conocimientos y recursos con los que podrían contribuir las personas que reciben cesta en la Despensa.

 


- El grupo de consumo:
El acceso a una alimentación digna debería ser un derecho, y es uno de los pilares en torno a los que nos gustaría articular nuestro proyecto. Como decíamos, las exigencias de tiempo y energía de la despensa han hecho que nos limitemos a elaborar cestas muy básicas con productos de supermercado.

Saber que la plataforma Madrid Agroecológico inició hace pocos meses una línea de trabajo con la que pretende conectar despensas solidarias con proyectos agroecológicos, nos dio un punto de partida para empezar a replantearnos nuestro funcionamiento. Esta plataforma integra a colectivos urbanos y rurales, que defienden una transición hacia sistemas agroalimentarios social y ambientalmente sustentables. Su planteamiento nos parece coherente con nuestros objetivos porque, igual que ellos, creemos que la respuesta a la emergencia alimentaria no debería basarse exclusivamente en aportar alimentos que se compran en las grandes superficies, que son parte del mismo modelo productivo y de consumo que genera exclusión.

 

Por todo esto nos gustaría llegar a una fórmula que funcionara como un grupo de consumo, en el que vecinos de diferente perfil socioeconómico puedan participar, ofreciendo la posibilidad de costear su cesta a través del banco de tiempo. Apoyar a productores locales, así como establecer relaciones entre vecinos a través del banco de tiempo, supondría un cauce para dar respuesta a necesidades sociales muy vigentes en el momento que estamos viviendo.

 

Somos muy conscientes de la complejidad de crear un sistema en el que entran en juego tantas variables, pero nos gustaría intentarlo y creemos que un espacio de reflexión colectiva como Medialab podría ser una manera de hacerlo.

 

 

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