Ya Axché. Pasado, presente y futuro

Titular de los derechos
Medialab-Prado

 Todo es posible en los sueños que imaginamos desde niños. Sueños que se cumplen porque nunca dejan de estar presentes al crecer. Y con ellos forjas un camino que a veces se curva, pero no dejas de soñar.

 Voy a contarte cómo se cumplió uno de esos sueños, en un país lejano, y como ahora tú estás dentro de él y también puedes lograr que se haga realidad.

 Un día caluroso y soleado, común en aquella región del sureste mexicano conocida como Península de Yucatán, salía de la casa para comprar pan y preparar luego, luego el almuerzo. En Tecoh, el pueblito dónde vivía, las calles y la plaza se llenaban de gente por la mañana, cuando el sol todavía no nos hacía refugiarnos en las hamacas, al fresco.

 En la casa de mi vecina, Doña Teo, se bordaban a diario y con pasión lindos huipiles, camisas, pañales o vestidos. Su nuera, su hija pequeña y mujeres de la familia, construían prendas o adornos y recuperaban tradiciones, manteniéndolas vivas; conservándolas. En un ambiente sano, lleno de colores, sonrisas y creatividad; en una puesta en común, familiar y de costumbres donde lo más importante era sobrevivir y mantener activa la cultura. Su vida, su realidad, sus necesidades.

.- ¡Buenos días Doña Teo!

 En el pueblo se oyen voces, la gente murmura sobre la llegada de un dinero.

.- Bla, blabla, blablablablablabla...

 En el ayuntamiento habían solicitado una ayuda institucional para hacer llegar máquinaria a las mujeres para que pudiesen aumentar la producción de bordados. Las mujeres comenzaban a pensar en la posibilidad de crecer, aumentar su producción, poder ganar un poco más para sus hijos o comprar máquinas que apoyasen el trabajo manual. Pero siempre en comunidad. Sin embargo, las máquinas tardaban en llegar, y en el proceso se perdían, no llegaban, o alguien se llevaba más de una máquina y el reparto no era justo, ni la comunicación directa. Los intermediarios no cumplían sus promesas. Algunos sólo pensaban en su beneficio individual, más en plena época electoral, y el proceso se convertía en un camino cerrado y sin salida, en el que unos pocos decidían. 

 Ese día en que, como muchos, no soplaba el viento y quemaba el sol, una nube cruzó rauda y luminosa y después llegó el viento; un aire suave y ligeramente fresco que paralizó a la gente y la hizo sonreir. Porque en Yucatán la gente siempre sonríe ^_^.

 Doña Teo camina frente a la casa y saluda: .- ¡Bueno!

 Salgo y la veo: .- ¿Cómo está mi Doña Teo? ¿Siempre sí llegó la máquina? 

 .- Pues verá, finalmente no pudo ser. La máquina se la dieron a otra vecina que ya tenía varias, la conocida del que trabaja en el ayuntamiento. Y a mis compañeras tampoco les llega, se ve que no llegarán nunca. ¡Pero no se preocupe! ¿Sabe qué? Ya mero la ceiba repartirá sus semillas, ¡va a ver que sí!

 Había muchas ceibas en el pueblo, pero la que estaba en la plaza era grandiosa. ¡No podías ni abrazarla entre cinco! La ceiba era un árbol sagrado para los mayas. Su altura les hizo creer, en el pasado, que sus ramas soportaban a los cielos, y se dice que sus profundas raíces son el nexo de comunicación entre el mundo de los vivos (presente) y los muertos (inframundo-futuro). Y cuando sus ramas tocan el cielo, se abren a los cuatros puntos cardinales y se unen a los dioses del viento y la lluvia.

 Y aquel día que llegó el viento, las semillas de la ceiba habían caído al suelo, dejando un manto blanco algodonoso que abrigaba miles de negras semillas, aquellas que Doña Teo decía que llegarían.

 Y en las grutas de Tzabnah, a un costado de la casa, se oía conversar a unos señores. En esa visión compartida del mundo, se dice que las cuevas eran el lugar donde la gente se comunicaba con el inframundo (Xibalbá). Y decían:

.- ¿Sabes tú? Allá en Chichimila hay unas personas que están colaborando con las mujeres, en sus casas, para bordar. Y ya tienen máquinas, también bordan mucho a mano y son muy jóvenes. ¡Diiicen que los bordados son muy lindos, que bien modernos! ¡Voy a ver si consigo alguno para mi hija cuando cobre la quincena!

.- ¿Y cómo se llama ese lugar? ¿Tú sabes?

.- Creo que Bordados Mayas. ¡Pero si vas al pueblo, pregunta y ya la gente sabe en cualquier sitio!

 

 

*Significado de Ya Axché en lengua maya=ceiba, árbol con flores originario de Centroamérica.

*Significado de Tzabnah en lengua mayayucateco=palacio del rey.