Cada día, a través de nuestras interacciones digitales nos mostramos expuestos ante infinidad de sistemas que captan nuestra actividad. De hecho, nuestro entorno digital se configura cada vez más atendiendo a nuestras acciones o deseos. Los algoritmos opacos de las grandes redes sociales configuran burbujas en las que las personas apenas tienen acceso a opciones o grupos de personas asociados a la actividad de su perfil.
El primer encuentro de Rutas para la radicalidad democrática, el Campamento Base que celebramos el pasado día 26 de abril, sirvió para mapear los sentires, necesidades y las temáticas de interés de la comunidad de la participación de la ciudad de Madrid. La sesión Privacidad, la soberanía tecnológica y la ética algorítmica, que tendrá lugar el próximo día 31 de mayo en Medialab Prado, es la primera ruta de este itinerario para la radicalidad democrática. El escándalo de Cambridge Analytica y del uso comercial de datos personales de los usuarios de Facebook, es un telón de fondo que viste de urgencia y pertinencia a dicha sesión. Los sistemas de información posibilitan acceder a grandes cantidades de datos y elaborar escenarios donde la participación ciudadana de forma masiva sea posible. Sin embargo, ¿hasta qué punto estos diferentes mecanismos para facilitar esa interacción son neutros o dejan de intervenir en los procesos en marcha?.
Al mismo tiempo, el rastro que deja nuestra actividad digital es simultáneamente un recurso intercambiado en el mercado y un elemento clave para entender el presente y para ejercer presión sobre grupos movilizados o cohesionados por una afección. Por eso, a la hora de plantear sistemas de participación surge la necesidad de establecer patrones de comportamiento y filtros éticos. ¿Es posible afrontar este dilema desde una práctica ética y no invasiva?, ¿cuáles pueden ser los mínimos?
La sesión Privacidad, la soberanía tecnológica y la ética algorítmica, ampliará los horizontes del debate sobre la privacidad, vinculado a la soberanía tecnológica que posibilita la creación de infraestructura y la producción de entornos más libres y abiertos. En ese sentido, reivindicamos los desarrollos basados en software libre como los más apropiados para sustentar procesos emancipadores en una sociedad tan plenamente atravesada por lo tecnológico.