La mayor parte de las perspectivas sobre la ciudad de redes comienzan y terminan con la capacidad tecnológica, en lugar de fundarse en un entendimiento cabal de la experiencia o deseo humano. Por el contrario, un diseño más sensible aportaría una explicación sobre qué ocurre en realidad con nuestra percepción del espacio y tiempo de la metrópolis bajo las condiciones de la informática de redes.