El angst o la angustia existencialista que tanto preocupó a seres melancólicos como Benjamin y Heidegger cotiza en las listas de hits. Las discoteques, templos del “toma” y “daca” y de la caza del coito, tienen reservado el derecho de admisión a la melancolía.
Charla en el marco del tercer encuentro de sociologia ordinaria.