Las instituciones culturales, además de apoyarse en las posibilidades que ofrecen las herramientas digitales, tienen la oportunidad de ensayar nuevos modelos de organización inspirados en las comunidades abiertas y auto-organizadas que se han desarrollado en torno al software y la cultura libres.
Algunas cuestiones para el debate:
Instituciones públicas que aprenden y se inspiran en el procomún y contribuyen a la generación de procesos procomunales.
Cómo compaginar una estructura estable y facilitadora de recursos e infraestructuras y que funcione como motor de proyectos con una red distribuida de personas, grupos e iniciativas con suficiente autonomía y diversidad.
Qué roles son necesarios y cómo sostener el compromiso para que los proyectos tengan continuidad.
Cómo facilitar la configuración de grupos no homogéneos, cómo incorporar el disenso y la controversia.