Mesa redonda: Prácticas del don y P2P

Desde las 19:00 hasta 22:00 el 10/07/2009


Aproximación de Antonio Lafuente

Las economías del don no lo son del exceso y de la abundancia, no tienen que ver con el intercambio fuera del mercado de lo que sobra o de lo inagotable. Primero, porque la mayoría de lo que circula tiene una naturaleza híbrida y, en consecuencia, el regalo perfecto sólo existe en el imaginario de los antropólogos. Segundo, porque más de la mitad de las transacciones económicas se hacen fuera del mercado, si sumamos la actividad pública, el trabajo afectivo y doméstico, el pago en especies y el don altruista. Tercero, pero no en último lugar, porque la gente quiere compartir sus ideas, regalar su tiempo e intercambiar sus bienes. Hay estudios que han cuantificado estas contribuciones al PIB mundial y elevado hasta el 9% el peso económico que tiene el heterogéneo mundo del don. Muchas son las perspectivas desde las que puede abordarse este reciente renacimiento del interés por los intercambios P2P y/o no mercantilizados. El objetivo de esta presentación es reunir alrededor de la noción de tecnologías del don los diferentes  e innovadores dispositivos, sociales y tecnológicos, que sostienen los flujos abiertos de bienes que ensanchan el procomún. 

 

Aproximación de Margarita Padilla

Han pasado ya diez años desde que, en 1999, el joven Shawn Fanning escribiera un programilla para intercambiar música con sus amigos a través de Internet. Algo que llegaría a ser nada más y nada menos que de Napster. Este ingenioso invento que permitía compartir ficheros sin subirlos a un ordenador central, no solo constituyó una prodigiosa innovación técnica, sino que también mostró algunos rasgos característicos de las redes p2p: que la gente quería intercambiar, que quería hacerlo sin conocimientos técnicos, que lo que quería intercambiar el algo tan “accesorio” como la música, que las innovaciones “de garaje” podían plantar cara a las académicas o las industriales... Transcurridos diez años, todos estos elementos siguen estando encima de la mesa, pero ahora enmarañados con las prácticas Web 2.0, que a veces clarifican y a veces ofuscan la filosofía de las redes p2p.

 

Aproximación de Joaquín Rodríguez

Un economista formado en el funcionamiento del sistema capitalista o, más bien, del capitalismo desplomado de comienzos del siglo XXI, estaría poco predispuesto, aunque los hechos tendieran a confirmarlo de manera incontestable, a reconocer que la práctica económica del capitalismo tuvo una génesis histórica concreta y es posible que una fecha de caducidad muy próxima. Hubiera bastado que hubiera leído a Polanyi para cobrar conciencia de ello. Si ese economista modélico tuviera, por alguna razón, cierta familiaridad con la antropología económica, estaría seguramente dispuesto a reconocer, al menos, que existen diversas prácticas económicas distintas al capitalismo, tanto a lo largo de la historia, en un eje diacrónico sobre el que podrían situarse esas diversas prácticas, como en el ancho espacio del mundo que poblamos en la actualidad, en un eje sincrónico que nos hablaría de la diversidad cultural de esas mismas prácticas. Hubiera bastado que hubiera leído, por poner uno de los abundantes ejemplos que la literatura nos proporciona, uno de los pocos best seller de la bibliografía antropológica: Los argonautas del Pacífico Occidental. Es posible, incluso, que este economista prototípico, culto e informado, estuviera al corriente de lo que los sociólogos denominan las diferentes especies de capital, es decir, las distintas maneras en que diacrónica o sincrónicamente las diferentes culturas que en el mundo han sido han acumulado un tipo de caudal o efectivo que no ha tenido que coincidir, necesariamente, con el capital estrictamente monetario que los economistas actuales tienden a convertir en el único tipo de capital vigente y aún legítimo.

Una vuelta al mundo y a la literatura antropológica nos hace ver que la lógica de la acumulación de las diferentes especies de capital que las culturas manejan y han manejado (simbólico, educativo, cultural, económico), tiene una lógica particular en cada una de ellas y que su valor cambiario, la posibilidad de que un tipo de capital sea convertido a otro, trocado por otro, dependerá de la aceptación que la comunidad dispense a ese trato. En multitud de culturas, por ejemplo, el capital estrictamente material cobraba valor solamente cuando era convertido en capital simbólico. Por sí mismo, un miembro de una comunidad que hubiera pretendido hacer valer su prevalencia sobre el resto a costa de una demostración exclusiva de su riqueza material, no hubiera obtenido ni la más mínima atención por parte de sus coetáneos. Para obtener el más mínimo reconocimiento y respaldo por parte de sus contemporáneos, ese aspirante a regente, jerarca o simple figurante, hubiera debido convertir su capital material en capital simbólico, derrochar incluso todo su capital material para obtener el crédito simbólico que la comunidad dispensa a cambio. Leer a Pierre Bourdieu y Las estructuras sociales de la economía le hubiera resultado de gran ayuda. Quizás hubiera comprendido, finalmente, que nuestras prácticas económicas actuales, en evidente declive, no son más que una de las muchas posibles prácticas económicas y, por ende, hubiera quizás entendido que no debe nunca confundirse una práctica económica específica con la más amplia y abarcadora ciencia de la economía de las prácticas.

La wikipedia y su lógica organizativa es un caso contemporáneo de potlatch digital, de entrega de un caudal considerable de tiempo y conocimiento cuyo único retorno es el reconocimiento de la propia comunidad, algo que, en buena medida, ocurrió también en la génesis del campo científico, hoy pervertido por múltiples razones.
 

Place:
Medialab Prado · Plaza de las Letras, C/ Alameda, 15 Madrid

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Programa:
Inclusiva-net
Tags:
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