Sabemos que la diversión fiestera conlleva fuertes componentes rituales y hace que una amplia ramificación de emociones distintas confluya en comportamientos arquetípicos comunes y sincronizados. El éxtasis, la catarsis o la abstracción vividas por el individuo participante encuentran en el ritual colectivo una amplificación debida a la retroalimentación del comportamiento de grupo, y cada tipo de fiesta, en la historia, se ha basado en la búsqueda de un concreto estado emocional.
Charla en el marco del tercer Encuentro de Sociología Ordinaria: Emociones Ordinarias